17 dic 2007

Artículo de VERONICA VILLALVAZO

Sábado 15 de diciembre de 2007

Hace algunos meses, conocí en el D.F. en una terminal de autobuses a una pequeña, mmm me pareció que tenía la edad de 18 años más o menos, los ojos de esa mujer me decían mucho y al mismo tiempo nada, eran recelosos, desconfiados, pero al mismo tiempo me exigían no dejar de verlos, mi mirada se quedó atrapada en ellos, teníamos que viajar juntas sin conocernos hasta la Cd. de Oaxaca, la intención era cuidarnos mutuamente, ella por ser hija de quién es y yo por ser de la "prensa" no deseada, aquella que dirían los grandes periodistas que si estudiaron no es de verdad ya que es alternativa, o aquella que dirían los políticos no es objetiva.
El trayecto fue ameno y triste y como sucede en estos casos, me dio la posibilidad de conocer a una mujer que rebasa los 20, una hija preocupada por su madre enferma, por su padre que desapareció el 25 de mayo del 2007 extrañamente, y que después fue vinculado con el EPR.
Ella se entera de todo por un periódico nacional. La sensación que me deja es que está sola, luchando contra un fascismo que le arranco a su padre.
Llegamos a Oaxaca y entonces empezó la verdadera relación entre esta mujer, me di cuenta de su lucha, de sus lágrimas, muchas veces tuve que ser dura con ella para no dejarla caer.

Gente viene y va ofreciéndole ayuda, una ayuda que a veces no llega, otras tantas que se quedan y calladamente le apoyan, con una tarjeta para el teléfono, con un abrazo, pegando posters, o simplemente escuchándola.
No me había atrevido a escribir sobre mi relación con esta pequeña, por miedo, JA, a que me vincularan con ella y mi trabajo periodístico se viera alterado y poco creíble, pero pensándolo bien, me vi egoísta al no compartir las vivencias a su lado, me agrada informar o más bien relatar lo que veo y vivo.

Hoy Nadín está en Europa en campaña para presentar el caso de su padre. Se que en muchas ocasiones se debe de sentir sola, alejada de su familia, tristemente no estuvo en el funeral de su abuelo el padre de Edmundo Reyes Amaya, una muerte que se aceleró con todo lo que ha pasado desde aquel 25 de mayo. Y con todo el dolor que le generó a Nadín, tuvo que seguir de gira, en esa necesidad de que el mundo entero sepa que su padre está desaparecido y que ya va a cumplir seis largos meses que no se encuentra en casa, seis largos meses en los que Nadín extraña su voz, seis meses en los que no lo escucha cantar alguna canción de Oscar Chávez, seis meses en los que Nadín necesita su guía, su respaldo, seis meses de esperarlo, seis meses en los cuales, estos días, tal parece pesaran más, porque para muchas familias la Navidad es especial y Edmundo tal parece no estará con ella, y la pregunta que seguramente Nadín se hará es ¿dónde está? ¿Seguirá esperando, trabajando, con esa mirada que atrapa, que exige voltear a verla con su eterna lucha, proyectando y gritando “hasta encontrarlos”?
YO TE NOMBRO LIBERTAD, CREANDO CONCIENCIA
VERONICA VILLALVAZO
Sólo tengo mis ojos y mi mente como herramienta para trabajar.
FRIDA
http://fridaguerrera.blogspot.com/

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